El maestro de go

El maestro de go no es un libro para leerse de una sentada, no.

Aunque se trate de un relato breve es mejor tomarse su tiempo, disfrutarlo sin presiones. Si es posible, abandonarlo un par de días y después retomarlo, volver a la partida del juego. Justamente, en este libro se narra, entre muchas cosas, una inusual partida de go, en donde se experimenta la tensión de estar frente al tablero. Como está cargado inumerables descripciones en torno al juego podría fastidiarte leerlo de corrido, por ello recomiendo hacerlo por ratitos.

La historia se enmarca en Japón, en 1938, durante el juego final del campeonato de go, último juego del gran maestro, representante de toda una gran época de go, al que se le considera un arte. Durante el encuentro, que se prolonga por seis meses -sí se saben tomar su tiempo eh-, Kawabata, el autor, da cuenta de las meticulosas y complicadas reglas de este juego, bajo condiciones establecidas por concenso y arbitrio, las cuales resultan bastante extrañas para quienes somos ajenos a este universo. A su vez, el autor explora la cotidianidad de los jugadores para adentrarnos en su vida y conocer de cerca tanto sus fortalezas como sus debilidades. También nos confronta con valores y costumbres de una época que ya parece muy remota: ante todo la respetuosa consideración hacia el hombre mayor, el maestro.

De manera magistral la crónica no es lineal, ¿cómo logra esto el autor? Aún no lo sé, pero su sutileza para hilvanar hechos en forma discontinua es muy ingeniosa. Este forma de narración fascina desde su inicio. Sólo un gran talento puede desmenuzar una historia dando brincos por la línea del tiempo, sin perderse. Ahora tendré que releerlo para tomar nota de manera más conciente eh!

Aunque el libro está basado en un hecho real, se menciona que buena parte de la reconstrucción de la historia es ficticia, pero como en toda "novela reportaje" que he leído, me parece muy apegada a los hechos reales.

Lo extraño de este librito es que a pesar de conocer el nombre del vencedor desde el inicio, se sigue experiementando durante todo el relato la tensión y ansiedad típicas de los juegos de competencia. Si disfrutas los juegos de mesa, este relato te deleitará.